Son muchos los actores que acaban encasillados en un papel pero pocos han llegado al nivel de Bela Lugosi, quien fue, prácticamente, absorbido por el
personaje que tantas veces interpretó en pantalla, el de vampiro. Hay mucha
rumorología en torno al tema, pero la realidad es que Bela Lugosi pidió ser
incinerado a su muerte, quién sabe si para evitar volver de entre los muertos.
Los años 30 y 40 del siglo pasado fueron los de mayor gloria cinematográfica
para el actor, siendo su rostro uno de los más conocidos para los fans del cine
de terror de la época. En general, sus interpretaciones más recordadas las
encontraremos en la década de los 30 pero ello no significa que en la de los 40
pudiera seguir luciendo los colmillos como pocos lo han hecho después de él y, para
muestra, El Retorno del Vampiro.
Durante uno de los bombardeos alemanes sobre Londres, un artefacto cae
sobre el cementerio, provocando que varios ataúdes queden al descubierto. Entre
ellos se encuentra el que contiene al peligroso vampiro Armand Tesla (Bela Lugosi), quien
vuelve a la vida cuando los operarios que trabajan en el cementerio le quitan a
su cadáver la estaca que le había mantenido inerte. Este temible ser saldrá de
su tumba, sediento de sangre pero, sobre todo, con ganas de vengarse de los responsables
de su confinamiento.
Bela Lugosi vuelve a meterse nuevamente en la piel de un vampiro y nos
regala una de sus mejores interpretaciones en los años 40. Y lo mejor de todo,
es que el resto acompaña porque El Retorno del Vampiro es una película de lo
más interesante. Ya hemos comentado en anteriores ocasiones que la década
dorada del cine de monstruos clásicos fue la de los años 30. En los 40 la
fórmula parecía estar agotada y la mayoría de producciones de esos años no
merecen la pena por eso es de lo más estimulante encontrarse con películas como
El Retorno del Vampiro, que tratan el tema con seriedad y son capaces de crear
una atmósfera de lo más creíble.
La verdad es que es innegable la deuda que El
Retorno del Vampiro tiene con Drácula (Tod Browning, 1931) pero, en vez de limitarse
a hacer una copia o un reinterpretación de esta película, El Retorno del
Vampiro tiene la solidez suficiente como para ser un film con entidad propia
que gustará a los fans del género.
Posiblemente, las interpretaciones sean uno de los pilares de esta película
ya que se nota que los actores estaban comprometidos con el film. Además del
gran Lugosi, en esta cinta encontramos rostros conocidos por los aficionados al
cine de terror como son Frieda Inescort (The Alligato People, The She-Creature) o
Nina Foch (Cry of the Werewolf), incluso el director Lew Landers tiene en su
haber títulos tan interesantes como El Cuervo (1935) o Que viene el coco (1942).
Como detalles a destacar, la presencia de un licántropo (Matt Willis) como
sirviente del vampiro, lo cual nos ofrece la posibilidad de ver un par de
transformaciones, la ambientación, sobre todo la del cementerio, y la
confrontación entre los que creen y los que no creen en los vampiros,
confrontación de la que se acaba haciendo partícipe al espectador.
En general, película bastante recomendable. Está bien construida, tiene coherencia y Lugosi está en plena forma en el tipo de papel en el que era especialista.
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