Desde que se confirmó que se iba
a hacer una nueva trilogía de Star Wars, el goteo de informaciones y rumores
varios ha sido constante. La verdad es que desde que en abril vio la luz la ya
famosa foto en la que pudimos descubrir la identidad de parte de los actores
protagonistas, casi cada semana hemos ido recibiendo nuevos datos sobre esta
producción.
La última noticia (sin confirmar)
que ha llegado es referente a la línea argumental de la película. Advierto que
la premisa que paso a comentar no puede considerarse spoiler, o, al menos, eso
es lo que asegura Devin Faraci en Badass Digest
pero si no queréis saber datos que podrían tener bastante relevancia en el
desarrollo de la cinta, no sigáis leyendo.
Quiero recalcar que estos datos
no están confirmados aunque, aparentemente, tienen la suficiente credibilidad
como para que podamos esperar verlos en esta película. Personalmente, creo que
tenemos que ser bastante cautelosos con todas aquellas informaciones que vamos
recibiendo de manera no oficial porque, quizá, las ganas que tenemos de saber
más y más de Star Wars: Episodio VII nos llevarán a creernos casi cualquier
cosa que nos digan.
Sujetaos fuerte, que empezamos: el
plano inicial de Star Wars: Episodio VII podría ser el de una mano cercenada que sujeta un sable láser y flota en el espacio. Fuerte ¿verdad?, luego vamos
analizando los datos pero a mí, me parece un arranque brutal. Seguimos. El
sable láser cae en un planeta desierto y, allí, es encontrado por los
personajes de Daisy Ridley y John Boyega, quienes, se supone, serán los grandes
héroes de esta película. Estos personajes se darán cuenta del valor del objeto
que acaban de encontrar y decidirán buscar a su dueño.
Durante esa búsqueda contactarán
con Han Solo y Chewbacca y, será entonces, cuando se descubra que el sable
láser pertenece a Luke Skywalker, de quien no se tienen noticias desde los
hechos ocurridos en El Retorno del Jedi, 30 años atrás. El siguiente paso,
obviamente, será iniciar la búsqueda del maestro Jedi.
Mientras “los buenos” buscan al
gran héroe de la trilogía original, los antagonistas no pierden el tiempo ya
que, asentados en un planeta helado, están de lo más entretenidos construyendo un arma
formidable capaz de aniquilar sistemas solares enteros.
Como he dicho más arriba, el
arranque con la mano de Luke Skywalker flotando en el espacio mientras agarra
su espada jedi me parece de un simbolismo increíble. Llamadme loca, pero si ese
plano se realiza en condiciones podríamos estar ante una imagen icónica como la
que más, de esas que serán recordadas por mucho tiempo. Otro aspecto que queda
de manifiesto es que se quiere mantener el vínculo con la trilogía original a
toda costa, recuperando a los personajes de aquella trilogía, ubicando la trama en planetas,
que no son, supuestamente, ni Tatooine ni Hoth pero que tienen características
similares y con un planteamiento muy similar al que vimos en el Episodio IV.
Reconozco que cuando se confirmó
que el encargado de dirigir esta película era J.J. Abrams no me hizo ni pizca
de gracia pero, hasta la fecha, los datos que vamos conociendo de este Episodio
VII me gustan. No quiero lanzar las campanas al vuelo porque no es la primera
vez que me emociono con un proyecto de Abrams y luego salgo totalmente
decepcionada de la sala de cine pero, por ahora, esto pinta de maravilla.
Aquí os dejo al propio J.J. Abrams en un
vídeo de la campaña Force for Change, que es una iniciativa de Star
Wars para apoyar a UNICEF. En el vídeo, Abrams agradece el apoyo a esta causa
y, de paso, nos enseña el nuevo diseño de las célebres X-Wings.
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