Ficha técnica:
Título
original: Abraham Lincoln: Vampire Hunter
Año: 2012
Director: Timur Bekmambetov
Género: Fantástico.
Sinopsis: Sólo hay que echar un vistazo a los libros
de historia para saber porque Abraham Lincoln (Benjamin
Walker) fue uno de los Presidentes de Estados Unidos más admirados
pero lo que poca gente sabe es que, además de la política, tenía otra ocupación
no menos importante: ser cazador de vampiros.
Aciertos:
-La vuelta de tuerca a la historia. Lo de convertir a un personaje como Abraham
Lincoln en Presidente de los EEUU de día y cazador de vampiros de
noche, es algo tan bizarro que, de entrada, llama la atención lo suficiente
como para tomarse la molestia de echarle un ojo a esta película. Un dato a
tener en cuenta es que en los últimos años parece que se ha puesto de moda
darle toques paranormales a historias de corte clásico, algo en lo que, por
cierto, es un experto Seth Grahame-Smith, quien además de
ser guionista de esta película y escritor de la novela homónima en la que se
basa ha escrito también Orgullo y
Prejuicio y Zombies (cuya adaptación cinematográfica será estrenada en
2015).
-El arranque. Es prometedor, no especialmente brillante pero si nos dan un
par de pinceladas que nos hacen creer que vamos a pasar un rato divertido. Toda
la parte de la infancia de Abraham Lincoln (Benjamin
Walker), su sed de venganza,
su encuentro con Henry (Dominic Cooper) y sus primeros pasos
como cazador de vampiros tienen dinamismo y unos toques de humor que nos hacen
esperar con interés el desarrollo posterior.
Errores:
-Su seriedad. Vamos a ver, una película que se llama Abraham Lincoln, cazador de vampiros
no puede ser nunca seria y dejar a un lado el sentido del humor en favor de una
innecesaria solemnidad y una encorsetada rigidez. Creo firmemente que esta
película es tan mala (para que andarse con medias tintas) porque no tiene humor
y porque pretenden darle empaque y realismo a algo que es imposible de aceptar
de esa manera. Si en vez de querer ser tan serios, hubieran sido más gamberros,
seguro que estaríamos hablando de una joyita bizarra del cine fantástico.
-Los actores. Creo que no existe pero desde aquí invito a los organizadores
de los premios Razzie a que creen un
premio para el peor reparto y se lo den, con carácter retroactivo, a los que
participaron en esta película. Hacía años que no veía a un actor tan “seta”
como Benjamin
Walker quien, entre la carecterización y su poca expresividad, tiene la misma
cara en toda la película. A su lado y con la misma poca fortuna, además del
citado Dominic Cooper y la poco interesante Mary Elizabeth Winstead,
destacan Marton
Csokas y Rufus
Sewell, dos actores que suelen ser sinómino de solvencia pero que, esta
vez, parecen dejarse llevar por el espíritu del resto y no aportan casi nada.
-Los vampiros. Supongo que con este tema soy un poco intransigente pero no
me gustan nada los diseños de vampiros que se pasan de modernos. Yo, que he
crecido viendo vampiros del tipo de Bela
Lugosi o de Christopher Lee,
tengo muchos problemas para aceptar ese tipo de caracterizaciones porque en mi
mente la concepción del vampiro siempre es muy clásica. Ya os digo que esto es
una cuestión totalmente particular pero también os digo que si la película no
hubiera tenido tantos errores, seguramente no le habría dado tanta importancia
a este hecho.
Veredicto:
Abraham Lincoln, cazador de vampiros es una película aburrida, lenta y pedante. No
soporto las películas malas con ínfulas que, aun teniendo el argumento más
descerebrado del mundo, pretenden ser serias y ésta, se reviste de tal
pomposidad y petulancia que acaba resultando ridícula. Sólo os diría que la
vierais como curiosidad pero siempre teniendo en cuenta que vais a ver una
película verdaderamente mala.
Como colofón os diré que me ha costado horrores poner algo en la parte positiva
del film, de manera que lo más justo hubiera sido decir aciertos, ninguno, errores,
todos. Advertidos quedáis.
Nota: 2
PD: el director de este desproposito va a ser el perpetrador del remake de Ben-Hur. Temblad.
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