domingo, 15 de junio de 2014

Saga Tiburón

Tiburón (Steven Spielberg, 1975) marcó un antes y un después en la historia del cine por muchas razones, entre otras, por suponer el pistoletazo de salida para un puñado de películas con temática similar incluyendo, además, tres secuelas directas. Siempre he pensado que la mejor época del año para ver Tiburón es el verano así que, aprovechando que ya se acerca el cambio de estación, vamos a hacer un repaso a las películas que componen esta saga.

Tiburón (Steven Spielberg, 1975):


No hay discusión posible: Tiburón es un clásico del cine de terror. Y no sólo es un clásico del cine de terror, es una película que consigue provocar mucho miedo, pero miedo de verdad, porque no será ni el primero ni el último que, después de verla, se lo piensa dos veces antes de meterse en el mar. Y todo ello, sin abusar de la sangre y sin recrearse en los detalles más truculentos.


Si tuviera que elegir un aspecto de Tiburón como esencial para comprender porque aun hoy seguimos pasando miedo con esa película, me quedaría con la música de John Williams, que consigue darle entidad y protagonismo a un personaje al que, en un principio, no vemos pero sabemos que está ahí. La música de Williams sirve como aviso de que algo se avecina y, por su propia idiosincrasia, va generando cada vez más ansiedad en el espectador. Para mi, los efectos que provoca la banda sonora de Tiburón están al mismo nivel que los que provoca la música que Bernard Herrmann compuso para Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) y es que ambas bandas sonoras son sínomino de suspense e inquietud.

La magnífica banda sonora no es más que una de las muchas cualidades de una película que es un acierto en todas sus facetas: buen guión, mejor dirección y trío protagonista en estado de gracia. Lo tiene todo y encima hay un tiburón gigante cebándose a base de carne humana, imposible no ser una maravilla.

Tiburón 2 (Jeannot Szwarc, 1978):


Tiburón fue un auténtico pelotazo en taquilla y ya sabemos todos lo que pasa en estos casos. De las tres secuelas de la película original ésta es, sin duda, la mejor aunque eso no significa que estemos ante un título estimable. Tiene un desarrollo similar a su antecesora y repiten varios actores de la anterior, como Roy Scheider o Lorraine Gary pero le falta potencia y tensión. Lo mejor que ofrece es que el tiburón tiene algo más de presencia física y hay un par de escenas más espectaculares (la de la lancha o la del helicóptero) pero es notablemente inferior a la película de 1975.

Tiburón 3/Jaws 3-D/El Gran Tiburón (Joe Alves, 1983):



Los que no hayáis visto la película os quedaréis exactamente igual al ver el tráiler. Creo que, como la película era tan mala, no se atrevieron a hacer un tráiler más explícito por miedo a que la gente no fuese al cine a ver la cinta. En el siguiente vídeo podéis ver algo más: 



Esta entrega trajo algunas novedades. Por un lado, la acción se desarrolla ahora en un parque acuático y hay dos tiburones, la mamá y el hijo, y por otro, el uso del 3-D. Tiene un par de momentos vistosillos cuando la acción se desarrolla en los túneles submarinos del parque y poco más, es tan mala como innecesaria. 
Detalle sorprendente a tener en cuenta: uno de los guionistas fue el difunto Richard Matheson, el escritor al que debemos Soy Leyenda o El increíble hombre menguante. Lástima que, en este caso, no estuviese inspirado.

Tiburón 4: La Venganza (Joseph Sargent, 1987):


Hay películas malas y luego está la cuarta secuela de Tiburón. Esta película es un auténtico disparate cuyo punto de partida es que el tiburón de esta entrega le tiene mucha manía a la familia del jefe Brody. Sí, habéis leído bien. Lorraine Gary recupera su papel de Ellen Brody, quien está convencida de que hay un tiburón que quiere vengarse de su familia. Han muerto su marido (ataque al corazón provocado por el miedo al escualo) y uno de sus hijos (devorado por el tiburón) así que decide poner tierra de por medio y se va a Las Bahamas con su otro hijo. Pero el tiburón no es tonto y, ni corto ni perezoso, se planta también allí.

No os dejéis engañar por el argumento porque la película no sólo no tiene ni gracia sino que es una auténtica bazofia. Esto cae en manos de alguien sin complejos y estaríamos ante el Sharknado de los 80 pero no tuvimos esa suerte.

Y sí, ese que aparece en la película es Michael Caine. Yo quiero creer que no era dueño de sus actos el día que aceptó participar en esta cosa. Eso, o estaba amenazado de muerte, porque no puedo entender como un actor que ese mismo año ganó el Oscar al mejor actor de reparto por Hannah y sus Hermanas (Woody Allen, 1986) fuese capaz de rebajarse de tal manera.

Tras este repaso, creo que la conclusión es clara. Tiburón es una cima, Tiburón 2 es pasable, Tiburón 3 es para fans y Tiburón 4: La Venganza, ni con un palo.

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