martes, 9 de junio de 2015

Stand By for Tape Back-Up (Ross Sutherland, 2015)



Como ya os avancé, algunos de los blogs que somos jurados de los Blogos de Oro íbamos a tener la posibilidad de disfrutar del Atlántida Film Fest en su totalidad. Este festival, que ya va por su quinta edición, ha arrancado hoy mismo y desde esta misma mañana hasta el próximo 9 de julio todos los participantes vamos a tener la posibilidad de disfrutar de un buen puñado de películas a las que algunos, si no fuera gracias a Filmin, tendríamos muy complicado acceder.
El primer reto con el que me he encontrado ha sido ¿por dónde empiezo? Por las características propias del festival, los espectadores que tenemos el pase completo podemos ver cualquiera de todas las películas que forman parte del mismo con lo que es una tarea complicada elegir esa cinta que va a ser la encargada de dar el pistoletazo de salida así que he tirado por lo más sencillo y he decidido ver la primera que aparecía en la sección oficial: Stand By for Tape Back-Up de Ross  Sutherland.



FICHA TÉCNICA:
Título original: Stand By for Tape Back-Up
Año: 2015
Género: Experimental
Director: Ross Sutherland
Actores: Ross Sutherland
Sinopsis: Inspirado en Dark Side of the Rainbow, el factoide que surge de escuchar el álbum de Pink Floyd, The Dark Side of the Moon junto con la película El Mago de Oz, y su sorprendente sincronía, el cineasta Ross Shuterland utiliza una vieja cinta de VHS que perteneció a su abuelo para construir una improvisada máquina del tiempo. 

Tengo que decir que, sí todo el Atlántida Film Fest va a estar al mismo nivel que Stand By for Tape Back-Up este mes de cine que acabo de iniciar va a ser una auténtica gozada. No he visto mucho cine del denominado experimental con lo que empezar el festival con una película de este tipo me tenía un poco asustada. Sin embargo, ni en un millón de años hubiera imaginado que me iba a encontrar con una película que, a pesar de un envoltorio tan poco propicio para ello, esté tan bien narrada y posea tanta sensibilidad.
Se nota que Ross Sutherland ha puesto toda su alma en este proyecto ya que, desde el primer momento, queda claro que se va a desnudar emocionalmente ante los espectadores. Así, y de la mano de uno de los pocos recuerdos que le quedan de su abuelo fallecido (quien, irónicamente, no le recordaba en los últimos instantes de su vida) recorremos la vida del director a través de las imágenes grabadas en una cinta VHS que él y su abuelo utilizaron durante años. Y a través de escenas de películas tan reconocibles como El Mago de Oz, Los Cazafantasmas o Tiburón, Ross Sutherland nos describirá determinados pasajes de su vida pero, sobre todo, le rendirá un sentido tributo a una persona que, queda claro, marcó un antes y un después en su vida.

Stand By for Tape Back-Up es de esas películas que como no te atrape desde el primer momento no lo va a conseguir más adelante. Es muy emocional y, por tanto, o empatizas con la historia nada más que empieza o vas a terminar desconectando porque la manera de narrar visualmente, con escenas que se repiten una y otra vez, puede acabar cansando si la narración oral no resulta lo suficientemente atractiva. Por mi parte, tengo que reconocer que la historia me enganchó nada más empezar porque me he sentido muy identificada con determinados pasajes de la película, porque me ha llamado mucho la atención todo eso del Dark Side of the Rainbow y algún día voy a probarlo y porque, en el fondo de la historia, subyace un sutil homenaje al séptimo arte siendo, precisamente, este aspecto el que ha terminado por seducirme. Y es que el cine no deja de ser el elemento vehicular de la historia que nos cuenta Sutherland, es ese punto de unión entre él y su abuelo (uno de sus primeros recuerdos está asociado a una película) y es algo recurrente a lo largo de su existencia y, eso, es algo que tenemos en común el director y yo y, en general, todos los que cuando dicen que les gusta el cine lo dicen desde la perspectiva del que considera que el cine es mucho más que un espectáculo de imágenes y sonidos.

A todo el mundo le gusta el cine (nunca he conocido a nadie a quien no le guste ver películas sean del tipo que sean) pero una cosa es que te guste y otra que lo ames lo suficiente como para que lo consideres parte de tu vida. Y, en mi opinión, hay que amar mucho el cine como para usarlo como base de partida de tu biografía en imágenes. Y eso es lo que ha hecho Ross Sutherland en Stand By for Tape Back-Up y por ello esta película ha valido la pena. Nota: 7

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