Como ya os avancé,
algunos de los blogs que somos jurados de los Blogos de Oro íbamos a
tener la posibilidad de disfrutar del Atlántida Film Fest en su totalidad.
Este festival, que ya va por su quinta edición, ha arrancado hoy mismo y desde
esta misma mañana hasta el próximo 9 de julio todos los participantes vamos a
tener la posibilidad de disfrutar de un buen puñado de películas a las que
algunos, si no fuera gracias a Filmin, tendríamos muy complicado
acceder.
El primer reto con
el que me he encontrado ha sido ¿por dónde empiezo? Por las características
propias del festival, los espectadores que tenemos el pase completo podemos ver
cualquiera de todas las películas que forman parte del mismo con lo que es una
tarea complicada elegir esa cinta que va a ser la encargada de dar el
pistoletazo de salida así que he tirado por lo más sencillo y he decidido ver
la primera que aparecía en la sección oficial: Stand By for Tape Back-Up
de Ross Sutherland.
FICHA TÉCNICA:
Título original: Stand By for
Tape Back-Up
Año: 2015
Género: Experimental
Director: Ross Sutherland
Actores: Ross Sutherland
Sinopsis: Inspirado
en Dark Side of the Rainbow, el
factoide que surge de escuchar el álbum de Pink
Floyd, The Dark Side of the Moon
junto con la película El Mago de Oz,
y su sorprendente sincronía, el cineasta Ross Shuterland utiliza una vieja
cinta de VHS que perteneció a su abuelo para construir una improvisada máquina
del tiempo.
Tengo que decir
que, sí todo el Atlántida Film Fest va a estar al mismo nivel que Stand
By for Tape Back-Up este mes de cine que acabo de iniciar va a ser una
auténtica gozada. No he visto mucho cine del denominado experimental con lo que empezar el festival con una película de
este tipo me tenía un poco asustada. Sin embargo, ni en un millón de años
hubiera imaginado que me iba a encontrar con una película que, a pesar de un
envoltorio tan poco propicio para ello, esté tan bien narrada y posea tanta
sensibilidad.
Se nota que Ross
Sutherland ha puesto toda su alma en este proyecto ya que, desde el
primer momento, queda claro que se va a desnudar emocionalmente ante los
espectadores. Así, y de la mano de uno de los pocos recuerdos que le quedan de
su abuelo fallecido (quien, irónicamente, no le recordaba en los últimos
instantes de su vida) recorremos la vida del director a través de las imágenes
grabadas en una cinta VHS que él y su abuelo utilizaron durante años. Y a
través de escenas de películas tan reconocibles como El Mago de Oz, Los
Cazafantasmas o Tiburón, Ross
Sutherland nos describirá determinados pasajes de su vida pero, sobre
todo, le rendirá un sentido tributo a una persona que, queda claro, marcó un
antes y un después en su vida.
Stand By for Tape
Back-Up es de esas películas que como no te atrape
desde el primer momento no lo va a conseguir más adelante. Es muy emocional y,
por tanto, o empatizas con la historia nada más que empieza o vas a terminar
desconectando porque la manera de narrar visualmente, con escenas que se
repiten una y otra vez, puede acabar cansando si la narración oral no resulta
lo suficientemente atractiva. Por mi parte, tengo que reconocer que la historia
me enganchó nada más empezar porque me he sentido muy identificada con
determinados pasajes de la película, porque me ha llamado mucho la atención
todo eso del Dark Side of the Rainbow
y algún día voy a probarlo y porque, en el fondo de la historia, subyace un sutil
homenaje al séptimo arte siendo, precisamente, este aspecto el que ha terminado
por seducirme. Y es que el cine no deja de ser el elemento vehicular de la historia
que nos cuenta Sutherland, es ese punto de unión entre él y su abuelo (uno de
sus primeros recuerdos está asociado a una película) y es algo recurrente a lo
largo de su existencia y, eso, es algo que tenemos en común el director y yo y,
en general, todos los que cuando dicen que les gusta el cine lo dicen desde la
perspectiva del que considera que el cine es mucho más que un espectáculo de
imágenes y sonidos.
A todo el mundo le
gusta el cine (nunca he conocido a nadie a quien no le guste ver películas sean
del tipo que sean) pero una cosa es que te guste y otra que lo ames lo
suficiente como para que lo consideres parte de tu vida. Y, en mi opinión, hay
que amar mucho el cine como para usarlo como base de partida de tu biografía en
imágenes. Y eso es lo que ha hecho Ross Sutherland en Stand
By for Tape Back-Up y por ello esta película ha valido la pena. Nota: 7
Más críticas de esta película:
Todo desde mi sofá
Aleucine
Delirios, Literatura, Cómics, Películas
Cine de Patio
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