Hace unas semanas empezó a correr
el rumor de que Universal había decidido abandonar su “Dark Universe”. Por si
no sabéis en qué consiste este proyecto, el Dark Universe pretendía ser un
universo cinematográfico de Marvel con monstruos de terror clásico, es decir,
Drácula, Frankenstein, La Momia… Precisamente los pobres resultados de La
Momia, la que iba a ser la primera película de esta saga, son los que están
provocando el desmoronamiento de este ambicioso plan. Y qué queréis que os
diga, una vez vista esa película, yo me alegro enormemente de que esto vaya a
ser así.
Soy fan de las cintas de terror
de la Universal desde que tengo uso de razón. Soy una seguidora irredenta de
estas historias y personajes como los antes mencionados son imprescindibles
para mí. Por eso, ver como los mancillan de la manera que lo acaba de hacer la
Universal en la película que han estrenado este 2017, me duele y me duele
mucho.
Me duele por muchas razones,
primero, porque no entiendo como la Universal es capaz de profanar de semejante
manera su propio legado. El cine de terror no sería lo mismo sin el ciclo que
la Universal nos regaló a lo largo de los años 30 y 40. Obras maestras como La
Novia de Frankenstein o personajes tan míticos como la Criatura de la Laguna
Negra crearon en su día escuela y son claves para comprender la evolución del
género desde entonces hasta ahora. Sin ir más lejos, sin la Universal
probablemente nunca hubiéramos podido disfrutar de la Hammer y posiblemente
Drácula no sería un mito cinematográfico protagonista de más de 40 películas. Y
sin embargo, por un puro afán mercantilista, la Universal ha preferido olvidar
ese glorioso pasado y abrazar un incierto futuro en el que lo único que importa
es la recaudación en taquilla y no la calidad artística.
Y es que esto es lo que más me
duele, la ausencia de calidad de este producto. Supongo que, a día de hoy, en
el cine de Hollywood, pretender ignorar
que la que manda es la taquilla es ser muy ingenua. Y hoy en día la taquilla
dice que, cuantos menos riesgos, mejor, y de ahí la cantidad de remakes,
reboots y secuelas o precuelas que estamos viendo en los últimos años. Por eso,
cuando ves que la siguiente película que va a pasar por ese trance es una de
las que para ti es imprescindible, sabes que lo único que te queda es
encomendarte a los dioses para que, al menos, salga algo medianamente decente.
Y la cuestión es que La Momia será muchas cosas pero decente no lo es ni en
broma.
Y no es decente porque es un
auténtico despropósito de principio a fin. Porque la historia no hay por dónde
cogerla porque, literalmente, no hay. Porque los personajes son de chiste.
Porque me avergüenza ver para lo que ha quedado Russell Crowe. Porque Tom
Cruise, que sin ser un actor que me emocione especialmente, ni está ni se le
espera. Porque para poner dos personajes femeninos como los que han puesto,
mejor que no pongan nada. Porque darle ritmo a una cinta no consiste en poner
una escena detrás de otra a la velocidad del rayo. Y así podría tirarme durante
horas, pero prefiero extenderme en uno de estos puntos un poco más.
Voy a hablar de una
de las cosas que más me ha molestado de la cinta: el ninguneo al que son sometidos los personajes femeninos interpretados por Sofia Boutella y Annabelle Wallis.
Si había una cosa que me podía llamar la atención de esta película era que La Momia era una mujer. Es innegable que las cosas han ido cambiando y el cine,
como reflejo de la sociedad, va entendiendo que las mujeres debemos ser tan
protagonistas como los hombres. Por eso, el hecho de que decidieran darle a una
mujer el rol antagónico principal, de entrada, me pareció reseñable. Reconozco
que no lo suficiente como para sentir gran interés por la película pero, oye,
al menos me pareció algo positivo. Lo malo vino cuando sus creadores empezaron a venderla con la vitola de "feminista". Por experiencias previas, este tipo de cosas me escaman mucho. Principalmente porque decir que algo es feminista por el simple hecho de que un papel relevante sea interpretado por una mujer es totalmente erróneo. De ahí que, enseguida, empecé a pensar que esto no era más que un puñetero postureo. Ya, en la película, aparentemente, el tema no empezaba mal por que el momento en el que conocemos el
origen de Ahmanet es de los más destacables de la peli, pero ese aspecto positivo
queda enseguida en el olvido cuando vemos que el personaje queda totalmente a
expensas de los avatares del de Tom Cruise. Que sí, que el tito Tom es mucho
tito Tom , que es el prota, que es una institución del cine de Hollywood, que todo lo que os de la gana pero, por si a
alguien se le ha olvidado, la película se llama La Momia así que ¿no sería lo
más normal que el personaje más potente de la misma fuera, precisamente, La
Momia? ¡Qué locura! ¿verdad?
Voy a hacer un esfuerzo de
imaginación muy grande y a suponer que este desprecio hacia un personaje
interpretado por una mujer no tiene nada que ver con el machismo imperante en
el mundo del cine. Voy a no ser mal pensada y creer que este ninguneo al
que se ve sometido el personaje sólo tiene que ver con que la estrella de la película sea Tom Cruise. Pero todo esto
se va por el retrete cuando me pongo a analizar el otro personaje femenino que
aparece, el de Annabelle Wallis. Cuando la conocemos parece una
mujer fuerte y profesional que se dedica a recorrer el mundo protegiendo reliquias milenarias pero, en cuanto empiezan los problemas, el
personaje queda totalmente anulado y se dedica a ir detrás del de Tom Cruise
pegando gritos y a convertirse en su mero interés amoroso. Yo pensaba que a estas alturas de la película el (tremendamente
machista) rol de mujer histérica que sólo sabe gritar y esperar a que venga su
hombre a salvarla ya estaba superado pero no, parece que para la Universal, no.
Así que, no, no soy mal pensada. Cuando Universal anunció que en esta ocasión La Momia iba a ser una mujer pensé que querían aprovecharse del momento y sumarse a la moda de hacer
versiones femeninas de películas de éxito pero es todo mucho más perverso ya que nos
venden la moto de que están haciendo las cosas “bien” para seguir haciendo
exactamente lo mismo que se está haciendo hasta ahora, es decir, supeditar el
desarrollo de los personajes femeninos al de los personajes masculinos y, si
no, pensad quienes habéis visto la película ¿Irían a alguna parte el personaje
de Ahmanet y el de Jenny? ¿Son personajes realmente autónomos? Luego pensad en
los personajes de Tom Cruise y Russell Crowe y os daréis cuenta de la
diferencia.
Supongo que a algunos os pueda
parecer curioso que el punto en el que me detenga más sea éste, sobre todo
porque La Momia tiene muchos y variados motivos para ser defenestrada. Sí,
podría criticar muchísimas cosas de la película pero me he sentido tan ofendida
viendo esto que no he podido por menos que reseñarlo y denunciarlo. Porque no es la única película del momento que es machista pero es que, al menos, el resto no intenta vendernos la moto de que no lo son. Personalmente, me parece indignante (y muy peligroso) que, por una simple moda, Hollywood sea capaz de apropiarse de una etiqueta que le queda muy grande para tergiversarla y retorcerla a su antojo y hacer llegar a la gente una idea totalmente falsa de lo que es el feminismo. Señoras y señores, esto no es feminismo, esto es seguir perpetuando los mismos roles que llevamos viendo desde hace demasiados años. Determinadas cuestiones son asumibles (para nada aceptables pero sí asumibles) si ves una película de los años 50
pero no son tolerables en una del siglo XXI y mucho menos en una que va alardeando de ser lo que ni en broma es. Que a lo mejor le estoy pidiendo
demasiado a un bodriazo que ha sido incapaz de hilvanar un personaje
medianamente atractivo pero ¿Por qué narices la peor parte se la tienen que
llevar siempre los femeninos?
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