miércoles, 6 de abril de 2016

El Ministerio del Tiempo ¿Quién dijo que no hay buenas series en España?




Vivimos en un país en el que siempre tendemos a defenestrar lo nuestro y a glorificar lo que nos viene de fuera. Hablando de cine, es muy común escuchar eso de que no hay buen cine español y que todas las películas van del mismo palo. A esa gente yo siempre les digo lo mismo, que no hay que generalizar porque hay tantos bodrios en el cine español como en el que nos llega de fuera. Sin embargo, cuando hablamos de series de televisión sí que es realmente complicado ver una serie española que sea verdaderamente buena. Por eso es muy raro encontrar series que seduzcan a público y crítica y una de las que lo ha conseguido con creces en los últimos meses es El Ministerio del Tiempo.



Supongo que a estas alturas de la película casi cualquier persona conocerá de qué va esta serie pero, por si acaso, vamos a explicar un poquito su temática. El Ministerio del Tiempo parte de la premisa de que en España hay un ministerio muy especial cuya misión es mantener intacta la historia de España ¿Y cómo se consigue esto? Pues volviendo atrás en el tiempo. En el ministerio hay una serie de puertas que sirven como portales a épocas pasadas, puertas que son cruzadas por los agentes del ministerio cada vez que se produce un hecho que puede cambiar el curso de la historia de este país. La serie se centra en la patrulla formada por Julián Martínez (Rodolfo Sancho) un enfermero del SAMUR que no es capaz de sobreponerse a la trágica muerte de su mujer, Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda) un valeroso soldado del siglo XVI y Amelia Folch (Aura Garrido) una mujer que era una avanzada en su tiempo (estudiante universitaria en la España del siglo XIX, casi nada) que, además, será la encargada de liderar la patrulla. Este equipo tan pintoresco no será nada en comparación con lo que veremos cada semana, ya que por la serie desfilarán personajes tan insignes de la historia de este país como son Diego de Velázquez, Isabel La Católica, Federico García Lorca o María Pita y asistiremos a episodios tan importantes como la reunión de Franco y Hitler en Hendaya o la llegada del Guernica a España.

Sobra decir que el argumento es, de entrada, bastante más imaginativo de lo que suele abundar en la ficción televisiva española. Precisamente, el hecho de que las series nacionales suelan ser sota, caballo y rey (o sea, drama, comedia y thriller) provoca que, cada vez que se estrena una producción que puede ser enmarcada dentro de lo que se denomina “de género”, los que estamos deseando ver algo distinto estamos muy atentos a su desarrollo.


Reconozco que no tenía muchas expectativas (anda que no nos la han metido doblada muchas veces) pero se obró el milagro y, sólo con ver el primer capítulo de El Ministerio del Tiempo, me enamoré. Me enamoré del trío protagonista, de Julián y su añoranza por su amor perdido, de Amelia y su lucha por hacer valer sus derechos y de Alonso y su valentía. Pero también me encantó su química y, sobre todo, la buena sintonía que se estableció entre ellos a pesar de venir de mundos tan distintos.



Así que tenemos una historia nueva y unos protagonistas que se hacen querer pero, ¿es suficiente? Evidentemente no, tiene que haber más. Y, para mí, hay dos elementos que son vitales. Por un lado, hay una labor de documentación impresionante, cada capítulo visitamos un momento de la historia pasada de España y la recreación es magnífica, tanto a nivel de personajes como a nivel de ambientación. Por otro lado, están los guiños, referencias, gracias y alusiones varias que aparecen en cada capítulo.

Y, precisamente, creo que estos dos elementos han sido los que han supuesto que El Ministerio del Tiempo tenga una legión de fans. Creo que aquí es donde los creadores de la serie han demostrado ser tremendamente inteligentes ya que han detectado perfectamente lo que iba a demandar el público de esta serie. Que nadie se engañe, el espectador tipo de la típica serie española (la tan manida “señora de Cuenca”) difícilmente iba a conectar con una serie de estas características pero es que esta serie no era para ellos, es para los espectadores que estábamos demandando otros productos.


Seguro que habrá casos, pero estoy convencida de que la mayoría de personas que han visto El Príncipe no habrán visto El Ministerio del Tiempo y viceversa. Son series que van dirigidas a un público muy distinto y eso es un hecho, por eso, cada una de ellas, le da al espectador lo que demanda. Y el espectador de El Ministerio del Tiempo, por ejemplo, disfruta enormemente con los “recaditos” que la serie nos manda. Porque aquí hay para todos y todos son susceptibles de ser protagonistas de la chanza del momento, como pasó en el episodio en el que los ministéricos conocieron a Isabel La Católica (Rodolfo Sancho fue Fernando El Católico en la serie de La 1 Isabel) o cuando el actor que da vida a Ambrosio Spínola hizo un pequeño homenaje a uno de los personajes que ha doblado (no quiero revelar el nombre del actor por sino habéis visto la serie pero en cuanto la veáis todo cobrará sentido).








Pero aparte de estas frikadas, El Ministerio del Tiempo nos gusta también cuando hay crítica. Y así, hemos visto como se ha hablado de la manera de ser de los españoles y de nuestra legendaria capacidad para cagarla, pero también se han abordado la corrupción o los desahucios. Porque esta serie nos gusta mucho cuando hay cachondeo, pero nos gusta aún más cuando se pone seria, tal y como ha pasado en el magistral episodio doble Tiempo de Valientes.

No me atrevo a decir que El Ministerio del Tiempo es mi serie española favorita de todos los tiempos. Es una afirmación algo osada y es difícil pronunciarse de manera tan categórica cuando la serie está aún en emisión. Pero lo que tengo claro es que tiene muchas papeletas para conseguirlo, porque si la primera temporada fue buena, la segunda está siendo aún mejor. La serie ha cogido cuerpo y ha madurado, ha seguido obrando milagros cada semana regalándonos grandísimas historias que nos han tenido en vilo durante todo el capítulo. Ha ganado mucho con la incorporación de Pacino (Hugo Silva) y hemos disfrutado enormemente profundizando, un poquito más, en las personalidades de los personajes que nos encandilaron en la primera temporada. Por eso no entiendo a que está jugando La 1 marcándose un parón de la serie al más puro estilo yankee, con la salvedad de que en los EEUU los parones son planificados y éste se lo han sacado de la manga los que dirigen el ente público sin que nadie sepamos el por qué. Sólo espero que este parón sea corto y no signifique nada raro, porque sería una auténtica pena que la televisión de todos se cargara una serie con tanto talento y tantos fans como esta.


PD: acabo de leer unas declaraciones de Javier Olivares, el creador de la serie, en las que dice que el parón ya estaba planificado y que no va a ser muy largo. Menos mal, porque veo a todo el mundo muy revolucionado con el final de temporada de The Walking Dead pero yo soy incapaz de quitarme de la cabeza el final de la mid season (o lo que sea) de El Ministerio del Tiempo

2 comentarios:

  1. Hola Miryam. Yo también era de los que pensaba que las series españolas están por debajo de las series extranjeras; solo basta con ver Breaking Bad, House of Cards o Juego de tronos, entre otras tantas... para dar buena cuenta de ello. Sin embargo, desde que Antena 3 estrenó la genial miniserie de "El tiempo entre costuras" que algo ha cambiado. Aunque aún se siguen haciendo las típicas españoladas (que tienen su público y lo respeto pero no comparto para nada), últimamente se están realizando series digamos más arriesgadas y distintas, y eso es de aplaudir. Series como "Vis a vis", protagonizada enteramente por mujeres y con una visceralidad insólita en la televisión española la avalan; que decir de "El Caso" con ese aroma a cine noir a la española que me encanta; y sobretodo (como bien dices) "El ministerio del tiempo", una grandísima serie totalmente original, divertida, didáctica... en fin, una joya que te mantiene pegado a la pequeña pantalla semana tras semana.

    Yo también espero que la televisión de todos no se la acabe cargando... crucemos los dedos!!!

    Buen post... Un saludo compañera!!! ;)

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    1. ¡Hola Óscar!

      Cuanta razón tiene tu comentario. Poco a poco están cambiando las cosas en la televisión de este país, las cadenas empiezan a arriesgar (claro ejemplo es Vis a Vis, como dices) y se cuida cada vez más el producto final. Se dice, desde hace tiempo, que estamos viviendo la época dorada de la televisión así que es una alegría que esa época también llegue a la televisión española.

      Un abrazo y muchas gracias por la visita, compañero.

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