sábado, 27 de diciembre de 2014

Invencible (Angelina Jolie, 2014)



Por si aún no os habéis enterado, estamos en plena carrera para los Oscar 2015. Tradicionalmente, los  meses de noviembre y diciembre son en los que se produce el desembarco masivo de las que podríamos denominar “películas oscarizables” y, por eso, muchos de los títulos que con más fuerza están sonando para copar las candidaturas a los principales premios de cine están siendo estrenados en las últimas semanas. Esta semana ha llegado a las carteleras españolas un título de esos que han estado apareciendo en varias quinielas, Invencible de Angelina Jolie.


Esta es una historia real, la del corredor olímpico Louis Zamperini (Jack O’Connell). Zamperini, como muchos otros jóvenes estadounidenses, se alistó en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial y la película se centra en las vicisitudes a las que el joven Zamperini tuvo que enfrentarse durante aquellos tiempos ya que tras sufrir un accidente de avión y quedar a la deriva en el mar durante más de cuarenta días, Zamperini cayó en manos de militares japoneses que lo llevaron a un campo de prisioneros de guerra.


Invencible es un drama biográfico de esos que llegan a la cartelera con la promesa de dejarnos al acabar un nudo en la garganta pero que al final resulta ser tan superficial que nos provoca indiferencia. La verdad es que, desde que vi esta película, no dejo de pensar que cómo es posible que una historia tan dura no me haya llegado a emocionar ni una sola vez pero la realidad es que la historia de supervivencia y lucha de Louis Zamperini ,vista a través de los ojos de Angelina Jolie, ha pasado por mi vida sin pena ni gloria. Y qué queréis que os diga, no me parece muy normal que unas vivencias tan duras no hayan conseguido que se me salte una sola lágrima. Y eso es lo que ocurre cuando a una película le falta algo muy importante: alma. 


No se le puede echar la culpa a los actores porque, por su parte, hacen todo lo que está en su mano para sacar adelante esta película. Jack O’Connell es lo más destacable de la cinta, tanto por su interpretación como por su trabajo físico pero, como pasa tantas veces, es imposible pretender que una sola persona levante una producción de estas características. Al resto de los actores, no se les puede pedir más de lo que nos dan ya que apenas tienen relevancia a lo largo del metraje y aunque en casos como el de Jai Courtney (a ver si algún día alguien me explica porque este armario empotrado con la expresividad de un champiñón no para de hacer películas) se agradezca, hay otros en los que te quedas con las ganas de saber algo más del personaje, como pasa con Phil (Domhall Gleeson), Fitzgerald (Garrett Hedlund) o algunos compañeros de cautiverio de Zamperini
Pero, como digo, el problema de la película no está en sus actores sino en su desarrollo. La historia no es mala y el guión viene de la mano de, entre otros, los hermanos Coen y, sin embargo, la obsesión por centrar la trama en los momentos más dramáticos de la historia de Louis Zamperini sin habernos dado la posibilidad de conocer al personaje antes, lo único que consigue es que el espectador sea incapaz de empatizar con el sufrimiento de Zamperini. Si dejamos de lado los dos flashbacks en los que conocemos como Louis Zamperini llegó a ser atleta olímpico, el 90% del metraje restante su personaje aparece sufriendo. Si Angelina Jolie se hubiera tomado la molestia de explicarnos algo más de la personalidad de este hombre, hubiéramos comprendido como su férrea voluntad fue la que le ayudó a seguir adelante cuando todo estaba perdido pero, eso, no aparece en el film en ningún momento. Lo único que importa es recurrir a la lágrima fácil y a la suma sensiblería y, si a esto, encima, le añadimos que la película está alargada innecesariamente, tenemos el resultado de una cinta que no cumple para nada con las expectativas que había generado. Y no es que la historia nos resulte poco creíble, simplemente, es que hemos visto docenas de survivals de este estilo e Invencible no sólo no aporta nada nuevo sino que no supera al resto.


A destacar, y por ver algo positivo en Invencible, su gestación clasicista. En ciertos momentos, por su ritmo pausado, su fotografía y sus movimientos de cámara, puede recordar un poco al cine de Clint Eastwood. Teniendo en cuenta que Angelina Jolie trabajó a las órdenes de Clint Eastwood en El Intercambio (2008) no es descabellado pensar que Jolie haya tomado como referencia a uno de los más grandes directores con los que ha colaborado, director que, curiosamente, este año ha estrenado una película, Jersey Boys, que comparte muchas debilidades con Invencible.
En resumen, Invencible es larga, repetitiva y carente de sentimiento. Es una película con una buena historia, con un protagonista destacable y estéticamente agradable pero, al final, nos resulta vacía y no está, para nada, a la altura de lo que nos habían hecho esperar. Todo apunta a que la extraordinaria vivencia de Louis Zamperini pasará sin pena ni gloria a pesar de que, incomprensiblemente, podamos encontrarla en la lista del American Film Institute (AFI) como una de las 10 mejores películas el año. Me parece un tremendo atrevimiento considerar a esta película como una de las mejores del año porque donde yo la metería es en la lista de las mayores decepciones del año. 

PD: Una vez más, se confirma la maldición de Jay Courtney: película en la que sale que veo, fiasco al canto. 

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2 comentarios:

  1. No se por qué pero no me sorprende tu decepción. No creo que vaya a verla al cine. Gran critica como siempre! Saludos compañera! :)

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    1. No vayas, están llegando estrenos bastante interesantes estas últimas semanas (y lo que viene) y seguro que encuentras algo mejor.

      Gracias por pasarte, guapa, un abrazo :)

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