Hoy nos hemos desayunado con la triste noticia de que el compositor polaco Wojciech Kilar nos había dejado a los 81 años. La mayoría de su carrera la desarrolló en su país (trabajó asiduamente con Andrzej Wajda o Krzysztof Zanussi) y no fue hasta 1992 cuando su nombre empezó a ser conocido por el gran público gracias a la BSO de Drácula de Bram Stoker de Francis Ford Coppola. Tras este magnífico trabajo, volveríamos a escuchar su música en films de Roman Polansky (La Novena Puerta, El Pianista), Jane Campion (Retrato de una Dama) o James Gray (La Noche es Nuestra).
Yo lo descubrí en el Drácula de Coppola. Desde la primera vez que oí esa partitura supe que estaba escuchando una de esas bandas sonoras que me acompañarían de por vida y así ha sido. De hecho, creo que gracias a esta banda sonora pensé, por primera vez, que la música podía ser tan esencial en una película como el guión o la interpretación de los actores. Dicho de otro modo, digamos que, desde ese momento, empecé a escuchar y no sólo a oir la banda sonora de cada película que veo.
Y por esto, tenía que hacerle un pequeño (y modesto) homenaje al maestro. Drácula de Bram Stoker es una película muy importante en mi vida por muchos motivos pero nunca hubiera sido lo mismo sin la partitura de este genial polaco. Descanse en paz, maestro.
Os dejo un enlace con la BSO de Drácula de Bram Stoker entera, que la disfrutéis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario