"Hasta los puros de
corazón, que rezan cuando anochece, se convierten en lobos cuando el acónito
brota y la luna resplandece"
Lawrence
Talbot (Lon Chaney Jr.)vuelve a la mansión familiar tras una larga ausencia. Una noche, durante
la visita a una feria zíngara, le muerde un lobo. Poco a poco se dará cuenta de que
ha caído presa de una ancestral maldición que le hace cometer terribles actos.
El Hombre Lobo fue el gran título de los
40 de la Universal, esa productora de la que tanto hemos hablado y seguiremos
hablando. La Universal ya tuvo un primer acercamiento, sin mucho éxito, hacia la figura del
hombre lobo en 1935 con El
Lobo Humano. Dos de las que se consideraron como posibles causas del fracaso de
esta película fueron el no tener una figura de relumbrón encabezando el reparto
y que el maquillaje fuese un poco pobre. En 1941, la Universal quiso
echar el resto y contrató a Lon Chaney Jr., hijo de Lon “el hombre de las mil
caras” Chaney, para interpretar al hombre lobo y de paso convertirlo en la
nueva estrella del estudio. También quisieron dar a la bestia un
maquillaje de calidad y para ello contaron con Jack Pierce, creador del
maquillaje que Boris Karloff llevó en Frankenstein. A la vista está que
acertaron.
Otra clave del éxito de la película es
el guión de Curt Siodmak. A él debemos el poema que encabeza esta entrada,
poema que le recitan al desventurado Lawrence Talbot varias veces durante la
película, pero, sobre todo, le deberemos siempre la fijación del mito tal y como lo conocemos, ya
que la tipología que se nos muestra en esta película (la maldición transmitida
con un mordisco, la transformación en luna llena, el uso de la plata, la
liberación tras la muerte…) sigue prácticamente vigente hoy en día.
Precisamente la historia personal de Curt Siodmak, judío que tuvo que huir de
Alemania a causa del nazismo, influyó en algunos aspectos relevantes de la
película, como el uso de una estrella de cinco puntos para señalar las siguientes
víctimas del lobo.
Otro de los aciertos de la película es la
elección de Lon Chaney Jr. Personalmente, me gusta como lobo, no me parece
un mal actor para nada (tampoco es para tirar cohetes, las cosas como son), pero cuando tu padre es un grande, las comparaciones son odiosas. No
será esta la última vez en que veamos a Chaney en el personaje de Larry Talbot,
repetirá en Frankenstein y el hombre lobo (1943), La zíngara y los monstruos
(1944), La mansión de Drácula (1945) y Abbott y Costello contra los fantasmas
(1948). El personaje de Larry Talbot será retomado en El Hombre Lobo (Joe Johnston,
2010) asumiendo el rol, en este caso, Benicio del Toro. Para la historia han quedado las agotadoras sesiones de maquillaje que Chaney tuvo que soportar para meterse en la piel del lobo. La mejor manera que se le ocurrió para soportarlo fue molestar a su compañera de reparto Evelyn Ankers (actriz especialista en el cine de terror) y...darle a la botella (el alcoholismo le perseguirá toda su vida).
A grandes rasgos, la película tiene varios
puntos a destacar que me hacen recomendarla a todo a aquel que le guste el
terror clásico. Primero, la ambientación. Las escenas en
que el lobo pasea por un cementerio rodeado de niebla son de fábula. Sólo por
eso, la película es un must see. Segundo, la transformación. La censura no
permitió hacer una transformación directa y por eso había que recurrir a
soluciones ingeniosas como mostrar como se transformaban las piernas en un
primer plano para luego pasar a mostrar la transformación completa. Que sí, que
lo de que además de pelo al hombre lobo le apareciera ropa que no llevaba o de
color distinto canta por bulerías pero ¿qué gran película no tiene gazapos y
bien gordos? Y, finalmente, Bela Lugosi. Su papel es
bastante corto pero tiene bastante importancia (no cuento más, que no quiero
destripar la película). Ya no estaba en su mejor momento, pero, como buena fan,
cualquier película que lo tenga en su reparto cuenta con mi aprobación.
Conclusión: que es una joya, que me
encanta y que se la recomiendo a todo el mundo. Quizá soy demasiado indulgente
con sus fallos (que los tiene) pero nadie puede negarle su puesto relevante en
la historia del cine de monstruos.
Precisamente me la compré hace un par de semanas por 3€ (y por el mismo precio el Drácula de Lugosi y el Frankenstein de Karloff). Sin duda es un clásico imprescindible en la historia del cine de terror.
ResponderEliminarLas compraste en DVD? ésta la he visto en BD, en el pack con forma de ataud que sacaron el año pasado junto con Drácula, Frankenstein, la Novia...
EliminarLa compré en DVD, pero es una edición que tiene unos añitos, de hecho en el plástico ponía "uno de los clásicos que inspiró Van Helsing"). Lo interesante es que viene un documental en los extras que pronto veré.
EliminarConozco la edición pero no sabía nada del documental, ya contarás que tal
EliminarLo malo de la edición en BD es que viene peladita de extras pero se ve tan bien, que merece la pena tenerla
Otro clásico de los buenos. Me encanta ese bosque lleno de bruma y árboles retorcidos.
ResponderEliminarSaludos.
Traffic Club
La ambientación de esta película es absolutamente impresionante y con ella suple otros posibles defectos como esos fallos de raccord respecto a la vestimenta (aunque casi que me planteo que se hizo con toda la intención)
EliminarUno de los clásicos de la Universal que no puede faltar en nuestras casas..
ResponderEliminarLa fotografía en blanco y negro es una maravilla y tiene un tono de fábula moral que es difícil de encontrar..
Un must..
Totalmente de acuerdo, es una joya del cine no siempre apreciada e incluso considerada menor. A mi me parece que está, sino al mismo nivel, tan sólo un peldaño por debajo de las grandes de los 30 (Drácula, La Novia...)
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