sábado, 15 de febrero de 2014

El Monstruo del Mar Encantado (Roger Corman, 1961)

Hace unas semanas os hablé de La Bestia de la Cueva Maldita de Monte Hellman, un cineasta cuyos orígenes están relacionados con Roger Corman. El guión de esa película lo escribió Charles B. Griffith quién, años más tarde, lo reescribió introduciendo unos toques de humor. El resultado fue está delirante película que mezcla espías, gangsters, militares cubanos y el monstruo más rídiculo que he visto en años.Que nadie se llame a engaños: a pesar de su título, esta película tiene más de parodia que de monster movie cincuentera. La trama es surrealista, los diálogos son de besugos y los personajes son una pandilla de lunáticos que se lo debieron pasar pipa mientras rodaban este auténtico esperpento.


Un grupo de gangsters americanos serán los encargados de sacar de Cuba el oro de unos militares cubanos anti-castristas en los tiempos posteriores a la revolución cubana. Para salir de La Habana, usarán el barco de Renzo Capeto (Anthony Carbone), el jefe de la banda. En la tripulación está infiltrado un espía, Sparks Moran (Robert Towne) quien es el narrador de la historia. Renzo Capeto, cuyo aire a lo Bogart es indiscutible, ideará en colaboración con su novia (Betsy Jones-Moreland ) y sus secuaces (Beach Dickerson y Robert Bean) un plan para quedarse con el oro. La genial idea será fingir la existencia de un monstruo de mar que irá matando a los militares cubanos. Pero lo que nadie se puede imaginar es que el monstruo es real y les seguirá allá a donde vayan, incluída una isla supuestamente desierta en la que, a cada paso que dan, aparecen habitantes de la isla.




La película fue rodada en 1959 en Puerto Rico en un tiempo record. Ya sabemos que Roger Corman es un mago en eso de "optimizar recursos" así que aprovechó la estancia para rodar dos películas y producir otra. En realidad, la película fue gestada sobre el terreno ya que Corman decidió aprovechar que tenía metraje sin usar de La Última Mujer sobre la Tierra (la otra película que filmó en aquella época en Puerto Rico) para rodar otra cinta. El guionista Charles B. Griffith tuvo tan solo tres días para reescribir el guión y la película se rodó en cinco días.



Como ya he dicho, la película es absolutamente delirante. En aquella época a Corman le había dado por filmar comedias terroríficas (Un Cubo de Sangre, La Pequeña Tienda de los Horrores) pero en este caso se emocionó de tal manera que acabó haciendo una parodia de lo más alocado sobre las monster movies que proliferaron en la década de los 50. Sólo hay que ver el monstruo para darse cuenta, porque, más que miedo, produce ternura ver a semejante espantajo surgir del mar para darle un abrazo a su víctima y cargársela. La inspiración en la película The Creature of the Black Lagoon (Jack Arnold, 1954) es más que evidente a pesar de que el diseño del bicho esté a años luz. Sin embargo, el referente más cercano es la citada La Bestia de la Cueva Maldita con la que comparte concepción y mínimo presupuesto. El monstruo (y buceando en la red comprobaréis que no soy la única) me recuerda enormemente al monstruo de las galletas: ojos grandes y saltones (hechos con pelotas de tenis) y aspecto de peluche gigante mojado. Parece ser que, para los actores, lo peor del rodaje fue no reirse cada vez que la criatura aparecía y viendo la película, no me extraña.

Aunque os pueda parecer increible, esta película tiene dos versiones. La primera dura en torno a una hora y fue hecha para su visionado en el cine. La segunda versión, de unos 75 minutos, estaba destinada a la televisión y se le encargó a Monte Hellman rodar el metraje adicional con el mismo reparto.

A modo de conclusión, lo único que puedo deciros es que tenéis que verla. Creo que es una de las parodias más locas y a la vez más inteligentes que he visto nunca. Además, hay que tener mucho sentido del humor para reirse del cine que hace uno mismo tal y como lo hace aquí Roger Corman.

2 comentarios:

  1. ¡Hola!

    Me encantan las pelis de Corman, sobre todo, estas que estás hechas con un par de monedas y que son cutres con ganas y con una gracia especial. Pero, sobre todo, lo alucinante son los títulos. ¡Este, al menos, me parece buenísimo!

    Gran entrada. ¡Saludos!

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    1. ¡Hola!
      Yo soy muy fan de Corman y por películas como esta cada día lo considero más mítico. Hacer cine con cuatro duros y que encima te salga algo decente cuando otros con miles y miles de euros hacen bazofias, tiene mucho mérito.

      Un saludo y gracias por pasarte :)

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