Los días pasan volando y, casi sin darnos cuenta, ya estamos en plena recta final del Festival de Cine y Televisión de León.
Ayer, martes, tuve la oportunidad de ver dos películas muy distintas
pero coincidentes en su fuerza emocional. Empezamos la crónica.
Ayer la jornada en los Cines Van Gogh empezó con una película de la sección Historias con Sentido llamada 01:05:12 Una carrera de fondo. Esta cinta de 2015 la dirigen Javier Triana y Rubén San Bruno y nos habla de la importancia que ha tenido el atletismo en Kenia y Etiopía a la hora de favorecer el empoderamiento de las mujeres. Gracias a los triunfos de las atletas de esos dos países, la mentalidad de los mismos está cambiando y los roles tradicionales están siendo sustituídos por otros más igualitarios. Por desgracia, no pude ver toda la película en su totalidad por causa de mis tareas como voluntaria pero tengo muy claro que debo hacerlo porque lo que ví me pareció muy interesante. Personalmente, todo lo que se haga en favor del desarrollo de las mujeres cuenta con mi beneplácito y más si se hace de una manera tan poco habitual como puede ser a través del deporte.
La siguiente película de la jornada fue El Destierro (Arturo Ruiz Serrano, 2015). Apenas tenía noticias de ella pero me llamó la atención el nombre de su protagonista, Monika Kowalska. A esta actriz la tengo en mi TL del twitter y me pareció motivo más que suficiente para ver la película. Y vaya si ha sido una buena idea.
El Destierro se ambienta en plena Guerra Civil y ahora es cuando alguno dirá ¿otra película sobre la Guerra Civil? Mi respuesta es sí porque esta película es distinta. En El Destierro
lo de menos es en qué guerra se ambienta la película ya que la
verdadera importancia de la película reside en el particular mundo que
crean sus protagonistas. La historia tiene como protagonistas a dos
soldados del bando nacional que son los encargados de vigilar un fortín
situado en un paraje desolado. Un día, uno de ellos se encuentra a una
mujer del bando republicano medio muerta, mujer a la que se llevará a
vivir con ellas y que implicará que el mundo de ambos hombres cambie de
manera sustancial.
Me ha gustado mucho esta película porque es sentimiento en estado puro.
No quiero contar mucho más sobre ella porque es de esas cintas que es
mejor ir a verlas sin ideas preconcebidas, pero os aseguro que os
gustará mucha su sensibilidad y lo bien que se representa esa capacidad
que tenemos los humanos para sobreponernos a casi cualquier cosa y
buscar la felicidad aunque el mundo se esté desmoronando a nuestro
alrededor. Por mi parte me apunto el nombre del debutante Arturo Ruiz Serrano
porque, aunque muy posiblemente los medios fueran escasos, ha
conseguido hacer una película con bastantes más luces que sombras y de
una gran sensibilidad y delicadeza a pesar de que lo fácil hubiera sido
caer en lo sórdido.
Qué bien lo estamos pasando con el Festival de Cine y Televisión Reino de León y qué poquito queda para acabarlo. Mañana la gala y fiesta posterior. Sálvese quien pueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario