Tras trece años de ausencia, Lydia Bosch vuelve al cine de la mano del debutante Julio Martí en una cinta de terror psicológica que pretende seguir la senda de títulos tan taquilleros como Los Otros (Alejandro Amenabar, 2001) o El Orfanato (Juan Antonio Bayona, 2007).
Sara (Lydia Bosch), una escritora con un pasado dramático que se nos desvelará a lo largo de la película, tiene un
accidente de coche y cuando despierta descubre que está en un monasterio
en el que los monjes que lo habitan viven totalmente ajenos al progreso
y a la civilización, sin agua, sin electricidad y sin ningún tipo de
comodidad. Rápidamente, Sara llegará a la conclusión de que algo (o alguien) quiere que descubra el terrible secreto que esconden las paredes del monasterio.
Lo peor que se puede decir de una película es que no ofrece nada nuevo y
este es el caso de La Hermandad. La película es un conglomerado de
tópicos del cine de terror cuyo único punto fuerte es una logradísima
ambientación y una correcta puesta en escena. El guión es bastante flojo
y es inevitable no recordar otras cintas de terror patrio con las que
guarda semejanza en cuanto a historia o atmósfera, como El Espinazo del
Diablo, El Orfanato o, incluso, Los Otros, pero es inferior a cualquiera de ellas porque
esa debilidad de guión hace que se abuse de ciertos recursos típicos de
este género como el susto fácil y la música de tensión estruendosa .
Tampoco ayuda que el libreto sea tan tramposo y que tire por el camino
más fácil a la hora de presentar la resolución de la película. Las
vueltas de tuerca no son coherentes (desarrollo en el siguiente párrafo) y al final da la
sensación de que todo está demasiado forzado para conseguir el resultado
deseado.
Sobre las trampas e incoherencias del guión OJO SPOILERS. No es incoherente hacernos creer que los monjes son los malos de la
película cuando en realidad eran las víctimas. Si hubiese estado bien
hecho, podría haber sido interesante aunque no novedoso. Pero el
problema es la manera de enfocarlo. Es lógico que, si su intención es
purgar los pecados de aquel lugar no quieran que nadie descubra sus
secretos, pero no tiene ninguna explicación que, en cuestión de planos,
pasemos de tener la certeza de que los monjes son seres siniestros y
malvados a considerarlos unos pobres hombres incapaces de hacer daño a
una mosca. Es demasiado forzado.FIN SPOILERS
Conclusión, creo que el director se ha empapado de las películas de fantasmas más taquilleras de los últimos años y ha tomado buena nota de lo que ha visto en ellas aunque por desgracia, se ha limitado a hacer un refrito con todo lo que vio sin proponer nada que no hayamos visto ya. Para pasar el rato y poco más
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