sábado, 22 de marzo de 2014

La Hermandad (Julio Martí, 2013)

Tras trece años de ausencia, Lydia Bosch vuelve al cine de la mano del debutante Julio Martí en una cinta de terror psicológica que pretende seguir la senda de títulos tan taquilleros como Los Otros (Alejandro Amenabar, 2001) o El Orfanato (Juan Antonio Bayona, 2007).


Sara (Lydia Bosch), una escritora con un pasado dramático que se nos desvelará a lo largo de la película, tiene un accidente de coche y cuando despierta descubre que está en un monasterio en el que los monjes que lo habitan viven totalmente ajenos al progreso y a la civilización, sin agua, sin electricidad y sin ningún tipo de comodidad. Rápidamente, Sara llegará a la conclusión de que algo (o alguien) quiere que descubra el terrible secreto que esconden las paredes del monasterio.


Lo peor que se puede decir de una película es que no ofrece nada nuevo y este es el caso de La Hermandad. La película es un conglomerado de tópicos del cine de terror cuyo único punto fuerte es una logradísima ambientación y una correcta puesta en escena. El guión es bastante flojo y es inevitable no recordar otras cintas de terror patrio con las que guarda semejanza en cuanto a historia o atmósfera, como El Espinazo del Diablo, El Orfanato o, incluso, Los Otros, pero es inferior a cualquiera de ellas porque esa debilidad de guión hace que se abuse de ciertos recursos típicos de este género como el susto fácil y la música de tensión estruendosa .
Tampoco ayuda que el libreto sea tan tramposo y que tire por el camino más fácil a la hora de presentar la resolución de la película. Las vueltas de tuerca no son coherentes (desarrollo en el siguiente párrafo) y al final da la sensación de que todo está demasiado forzado para conseguir el resultado deseado.

Sobre las trampas e incoherencias del guión OJO SPOILERS. No es incoherente hacernos creer que los monjes son los malos de la película cuando en realidad eran las víctimas. Si hubiese estado bien hecho, podría haber sido interesante aunque no novedoso. Pero el problema es la manera de enfocarlo. Es lógico que, si su intención es purgar los pecados de aquel lugar no quieran que nadie descubra sus secretos, pero no tiene ninguna explicación que, en cuestión de planos, pasemos de tener la certeza de que los monjes son seres siniestros y malvados a considerarlos unos pobres hombres incapaces de hacer daño a una mosca. Es demasiado forzado.FIN SPOILERS

Conclusión, creo que el director se ha empapado de las películas de fantasmas más taquilleras de los últimos años y ha tomado buena nota de lo que ha visto en ellas aunque por desgracia, se ha limitado a hacer un refrito con todo lo que vio sin proponer nada que no hayamos visto ya. Para pasar el rato y poco más

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