sábado, 2 de noviembre de 2013

El Lobo Humano AKA El Hombre Lobo de Londres (Stuart Walker, 1935)


Si preguntásemos a la gente cuál fue la primera película que la Universal  le dedicó al hombre-lobo, la mayoría diría que fue la de 1941 dirigida por George Waggner con Lon Chaney Jr. en el papel de Larry Talbot. Pero la realidad es que la primera fue El Lobo Humano y es bastante curioso que el gran público no la conozca, ya que, al igual que la mayoría de los títulos insignia de la Universal es de la década de los 30. Posiblemente tenga que ver el hecho de que a la cabeza del reparto no estuvieran Boris Karloff o Bela Lugosi (como se pretendió en un primer momento) pero, principalmente, creo que el motivo es que la película no es nada del otro mundo (más adelante entraremos en detalles).


La realidad es que, a pesar de ser bastante desconocida, es innegable que John Landis se inspiró en ella para elegir el nombre de su Hombre Lobo Americano en Londres (1981). Y no es la única película de licántropos que hemos visto que se desarrolla en Londres, en entradas anteriores de este blog ya hemos hablado de She-wolf of London que también es de la Universal y, además, es considerada una especie de secuela de esta. Así que, si algo le debemos a El Lobo Humano es que se haya estandarizado la presencia del hombre-lobo en Londres.



La película, como ya hemos dicho, no es nada del otro mundo. Nos cuenta la historia de un doctor en botánica que va al Tibet en busca de una rara flor que sólo crece allí bajo el influjo de la luna. Justo cuando está recogiendo un ejemplar, es atacado por una extraña bestia que le muerde en el brazo. A su vuelta a Londres, conoce a un hombre que le dice que él fue el que le atacó y le avisa de que va a convertirse en un hombre-lobo. La única manera de evitarlo es usando la flor que se ha traído del Tibet pero cultivarla no es nada fácil y acaba ocurriendo lo inevitable.

El problema de esta película es el tratamiento que se le da al hombre-lobo. La transformación es correcta, el maquillaje no está mal aunque es un poco escaso (parece ser que motivado porque el actor Henry Hull tenía miedo de no ser reconocido) pero lo malo es la actitud de la bestia. Siempre se ha tenido como una de las reglas no escritas de toda transformación de un hombre en bestia que el hombre no es consciente de nada de lo que hace cuando está en el estado animal. Pues bien, tras transformarse por primera vez, el hombre-lobo se pone una capa, una bufanda y un gorro antes de salir a la calle (no sea que refresque y el animalillo nos coja frío) y es entonces cuando la película cae estrepitosamente, porque desde el momento en que vemos que el hombre convertido en bestia  tiene la noción de ser un ser humano, ya no nos podemos creer sus remordimientos al día siguiente ni que tenga miedo de hacerle daño a su esposa. Lo peor que se puede decir de una película de licántropos es que lo que menos interesa de la película es la parte en la que aparece el hombre-lobo pero es que es así, una vez que se ha transformado deja de tener interés lo que vaya a hacer siendo bestia. Eso sí, las transformaciones merecen la pena:


Mención especial a ciertos toques de humor negro que hacen que merezca la pena ver la película. Especialmente gracioso el diálogo entre las dos viejas borrachinas.

Si, como yo, decidís hacer un recorrido por la historia del hombre-lobo en el cine, no dejéis de verla aunque solo sea por completismo, no entusiasma pero tampoco ofende.

2 comentarios:

  1. La verdad, debo decir que, si bien me gustan mucho las dos, esta versión del hombre lobo me gusta un poquito más que la clásica de Lon Chaney Jr. Quizás, justo como dices, porque es menos conocida y aporta cosas nuevas al mito (u olvidadas, depende de cómo se mire. Ahí está el tema de la flor) Yo mismo la reseñé hace unos meses en mi blog.
    Por cierto, no te lo he dicho pero muy buen espacio el que tienes aquí.

    Saludos.

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  2. Muchísimas gracias, queda mucho camino por recorrer y no tengo todo el tiempo que me gustaría dedicarle al blog, pero disfruto mucho haciéndolo y es gustazo tener lectores como tú.

    Sobre la película, todo lo de la flor es un tema muy curioso y, que yo sepa, es la primera y única vez que se plantea algo así. Pero lo que verdaderamente me ha dejado fascinada fue la primera transformación, esa manera de plantearla aprovechando unas columnas para ir enseñando la evolución del aspecto del doctor me ha parecido muy inteligente y muy bien planificada.

    Saludos

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