sábado, 17 de mayo de 2014

Godzilla (Gareth Edwards, 2014)

Fue en diciembre del año pasado cuando vimos el primer tráiler de Godzilla. En mi caso fue verlo y decidir que esta iba a ser la película que más ganas tenía de ver de 2014. Ha habido que esperar unos cuantos meses pero, por fin, este fin de semana, ha aterrizado en la cartelera el monstruo más monstruoso de todos los tiempos. Señoras y señores, con todos ustedes: Godzilla.


Ford Brody (Aaron Taylor-Johnson) es un oficial de la marina que vive en San Francisco junto a su mujer y su hijo. Su infancia estuvo marcada por la tragedia y no tiene muy buena relación con su padre (Bryan Cranston) pero eso no evitará que viaje hasta Japón para ayudarle en su busqueda de respuestas para comprender ese pasado tan trágico. La cuestión es si alguno está preparado para asumir lo que se van a encontrar...


Vamos a empezar con un poco de historia. Godzilla (o Gojira en japonés) es un monstruo cuyos orígenes se relacionan con la radioactividad. La primera película protagonizada por este ser data de 1954 y, desde entonces, hemos visto al más famoso kaiju en decenas de películas, casi todas ellas japonesas. 
La adaptación más famosa es, como no, la hollywoodiense, que nos llegó en 1998 de la mano de Roland Emmerich. No puedo afirmar que es la peor porque no he visto todas las películas japonesas pero es muy inferior a todas las que he visto ya que, entre otras cosas, casi lo único que comparten es el nombre de la criatura, así que lo primero que tenéis que hacer los que queráis ver ésta es olvidar la de Emmerich porque no tienen nada que ver.

Y es que, precisamente, una de las principales fortalezas de la versión de 2014 es que retoma las raíces kaiju de la bestia, que la radiación y Japón tienen bastante peso en la trama y que Godzilla no es el único monstruo de la función (iros quedando con la palabra MUTO). Pero, sobre todo, lo mejor, lo que hace que uno salte en la butaca del cine, es el diseño de Godzilla.
Este Godzilla es gigante, descomunal, enorme y, por encima de todo, espectacular. Mucho se ha hablado estos últimos días sobre si está gordo o no pero a mi me parece el colmo que algunos aboguen por la llegada de la operación bikini al mundo de los monstruos. En mi opinión está perfecto tal y como está.

Claro está, no todo es bueno en la película. Tiene debilidades análogas a las que solemos ver en este tipo de cine en el que siempre aparecen subtramas que no aportan casi nada pero que tienen que estar ahí para darle un toque humano a la cinta. En este caso, me refiero a la trama de la mujer y el hijo del protagonista, que más allá de ofrecer algún momento sensiblero no ofrecen nada de interés y que encima añaden un metraje a la película que no sólo es innecesario sino que corta el ritmo por completo. La verdad es que pretender incidir en el componente humano en esta película cuando lo único que nos importa es ver como esas pedazo bestias pardas se zurran de lo lindo mientras van dejando un reguero de destrucción a su paso es un error de categoría, pero es su película, ellos sabrán.

Concluyendo. ¿la recomiendo? sí, ¿es una maravilla? no, ¿la disfrutaréis? sí.

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