miércoles, 21 de agosto de 2013

Sharknado (Anthony C. Ferrante, 2013)

No se me ocurre una mejor manera para inaugurar el blog que colgar una crítica sobre la película revelación del verano. Sharknado, por si alguien no lo sabe, causó sensación en redes sociales el día de su estreno en la televisión americana. Se llegaron a registrar más de 5000 tweets por minuto mientras la emitían lo cual, como sabréis los que os movéis por el Twitter, es una auténtica barbaridad. Personalidades tan dispares como Damon Lindelof o Mia Farrow dedicaron alguno de sus comentarios en esa red social a hablar de esta joyita.

Habrá quien se eche las manos a la cabeza al leerme, pero ya sabíais a lo que veníais ¿no? así que aquí os dejo mi crítica, qué la disfrutéis...



En una época en la que la falta de ideas hace casi imposible ver algo novedoso, no puedo por menos que darle las gracias a Syfy por habernos regalado este pedazo de película. Es mala a rabiar, no tiene sentido, las interpretaciones son sonrojantes, la trama roza el surrealismo y los diálogos son lo peor pero es que los creadores de esta maravilla lo saben y les da exactamente igual.

Y eso es lo que valoro en este tipo de cine, si una película es de Serie B (o Z) ¿porqué no estar orgullosa de serlo?. No soporto las películas malas que van de pelis serias, no, lo que es una gozada son las películas que saben que son malas con ganas y se regodean en ello. Y, señores y señoras, Sharkanado sabe que es mala pero le encanta serlo y lo es sin complejos.

Esta pedazo película ha cumplido punto por punto (y con nota) todo lo que yo podía esperar de ella. Esperaba algo bizarro (tiburones volando dentro de un tornado, qué más se puede pedir), efectos especiales bochornosos, personajes estereotipados (y en su mayoria hostiables como suele ser habitual en estos casos), y situaciones totalmente imposibles. Todo esto lo esperaba pero es que me he encontrado mucho más.


ATENCIÓN: No seguir leyendo sino la habéis visto


SPOILERS A GO-GÓ:


- El personaje del borrachín que se lleva su taburete del bar a todos lados para poder usarlo como arma contra los tiburones. Cuando salió del coche para socorrer a la mujer del perro y vi que sacaba el taburete del maletero del coche me di cuenta de que estaba viendo una obra maestra de la caspa. Grande, muy grande.

-Tara Reid, inmutable, da igual que un tiburón se meta en su casa y se coma a su novio, que minutos después su pedazo de casa se venga abajo (por cierto, la única del barrio que se cae, que cosas) que su hijo se juegue la vida o que su ex (Ian Ziering) haga un Jonás y la ballena (de esto hablaremos después, por supuesto), ella sigue con su cara de palo perpetua.

-La camarera del bar, que parece estar pillada por el prota pero que acaba arrimándose al hijo (hasta un triángulo amoroso tiene esta maravilla)

-El final. El final es glorioso, ves lo que va a pasar, te lo imaginas, lo ves venir pero te dices "no van a ser capaces". Y son capaces, el prota sale de la barriga del tiburón a golpe de sierra mecánica. Pero sacar de allí dentro a la camarera es lo más grande que he visto en mucho tiempo.

Obligatoria para todo aquel fan de las monster movies de muy bajo coste, gozaréis como cochinos en lodazal.

2 comentarios:

  1. El trailer hace que me den ganas de verla, igual que tu critica original, esos tiburones volando, woww

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  2. Con esta película las risas están aseguradas, es una de las películas más locas y descerebradas que he visto nunca. Ya me contarás que te parece si la ves.
    Por cierto, ya están preparando la segunda parte.

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